Terapia física en la iniciación deportiva de niños con espina bífida/ Leiva-Campos I. y cols. ISSN 2215-5562. Rev.Ter. Julio-Diciembre del 2022; Vol. 16 N°2: 17-35.
ARTÍCULO DE REVISIÓN
Procesos fisioterapéuticos de iniciación deportiva recreativa o competitiva en niños con espina bífida
Physiotherapeutic processes of recreational or competitive sports initiation in children with spina bifida
Titulo corto: Terapia física en la iniciación deportiva de niños con espina bífida
Autor: Irina Leiva-Campos1, Andrés Carvajal-Fournier1,2.
Filiación: 1Terapeuta Físico Independiente, San José, Costa Rica. 2Comité Paralímpico Nacional de Costa Rica, San José Costa Rica.
Correspondencia: Irina Leiva-Campos, correo electrónico: irileiva@gmail.com
Financiamiento: ninguno.
Declaración de conflictos: ninguno.
Forma de citar: Leiva-Campos I., Carvajal-Fournier A.. Procesos fisioterapéuticos de iniciación deportiva recreativa o competitiva en niños con espina bífida. Rev Ter. 2022;16(2): 17-35.
Fecha de envío: 8 de junio del 2022.
Fecha de aceptación: 8 de julio del 2022.
Abreviaturas: AFO, órtesis de tobillo-pie; DA, Deporte Adaptado; EB, espina Bífida; EEF, estimulación eléctrica funcional; FMS, Functional Movement Screen; HKAFO, órtesis de cadera-rodilla-tobillo-pie; MMC, mielomeningocele; MMFC, clasificación funcional del mielomeningocele; RGO; órtesis de marcha recíproca; RPE, calificación del esfuerzo percibido; TF, terapeuta físico.
Rev.Ter. Julio-diciembre del 2022; Vol 16 N°2.
Resumen
Introducción: la espina bífida es una malformación congénita que involucra el cierre incompleto de la columna vertebral. Al no desarrollarse normalmente la médula espinal, el resultado son daños irreversibles, con afectación a diferentes niveles, requiriendo un abordaje multi y transdisciplinar. Estudios estiman la incidencia global entre 3,5 y 24,3 por cada 10 000 embarazos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en Costa Rica existe una prevalencia de espina bífida de 2,95 por cada 10 000 nacimientos. En cuanto a la práctica de la actividad física, esta se considera una arista esencial de la calidad de vida de cualquier individuo. En el deporte adaptado o paradeporte, los atletas son agrupados por su funcionalidad en clases deportivas. Los contenidos de los deportes originales son modificados de acuerdo con el remanente de función motora y sensitiva de los niños, permitiendo la práctica de diversas modalidades deportivas de la persona con discapacidad. El objetivo de esta revisión es establecer el rol del terapeuta físico en la iniciación deportiva recreativa o competitiva de niños con espina bífida. Metodología: estudio de revisión bibliográfica cualitativa de artículos científicos encontrados en PubMed, Scielo, Redalyc y Dialnet. Se incluyeron artículos publicados en español e inglés durante el periodo 2015-2021, empleando descriptores relacionados a iniciación deportiva en niños con espina bífida y abordaje fisioterapéutico. Resultados: mediante técnicas fisioterapéuticas tradicionales e innovadoras adaptadas, basadas en la evidencia, pueden lograrse avances significativos en áreas como la locomoción independiente, coordinación ojo-mano y el control de tronco, objetivos fisioterapéuticos fundamentales en el proceso de iniciación deportiva en niños con espina bífida. Conclusiones: la intervención fisioterapéutica temprana y continua en niños con espina bífida tiene un impacto favorable en el desarrollo de capacidades físicas y cognitivas, necesarias para la iniciación deportiva.
Palabras clave: fisioterapia, deporte adaptado, espina bífida.
Abstract
Introduction: spine bifida is a congenital malformation that involves incomplete closure of the spinal column. As the spinal cord does not develop normally, the result is irreversible damage, with involvement at different levels, requiring a multi and transdisciplinary approach. Studies estimate the global incidence between 3.5 and 24.3 per 10,000 pregnancies. According to the World Health Organization, in Costa Rica there is a prevalence of spina bifida of 2.95 per 10,000 births. Regarding the practice of physical activity, this is considered an essential aspect of the quality of life of any individual. In adapted sport or para sport, athletes are grouped by functionality into sport classes. The contents of the original sports are modified according to the remaining motor and sensory function of the children, allowing the practice of various sports modalities of the person with disabilities. The objective of this review is to establish the role of the physical therapist in the recreational or competitive sports initiation of children with spina bifida. Methods: qualitative bibliographic review study of scientific articles found in PubMed, Scielo, Redalyc and Dialnet. Articles published in Spanish and English during the period 2015-2021 were included, using descriptors related to sports initiation in children with spina bifida and physiotherapy approach. Results: through evidence-based, adapted traditional and innovative physiotherapeutic techniques, significant advances can be achieved in areas such as independent locomotion, eye-hand coordination and trunk control, fundamental physiotherapeutic objectives in the sports initiation process in children with spina bifida. Conclusions: early and continuous physiotherapy intervention in children with spina bifida has a favorable impact on the development of physical and cognitive abilities, necessary for sports initiation.
Key words: physiotherapy, adapted sports, spina bifida.
Introducción
El término espina bífida (EB) abarca un grupo de anomalías congénitas que son el resultado de un cierre incompleto de la columna vertebral que conduce a una exposición de la médula espinal o las meninges1. En los pacientes con EB el defecto primario se encuentra a nivel espinal, sin embargo, se asocia con malformaciones osteoesqueléticas, alteraciones intracraneales y con frecuencia, malformaciones urinarias, ano-rectales, así como un disminuido desarrollo psicomotor, cognitivo y psicosocial1,2. Sólidos estudios demuestran que la EB es significativamente más común en las regiones del mundo que no cuentan con una legislación gubernamental que regule la obligatoriedad de la fortificación con ácido fólico de alimentos3.
La EB contempla diferentes tipos como espina bífida oculta, lipomielomeningocele, meningocele o mielomeningocele. Además, puede ocurrir a cualquier nivel de la columna vertebral (cervical, torácica, lumbar, sacra o de localización intermedia) con presencia o ausencia de hidrocefalia y diversos niveles de afectación sensitivo-motriz4,5. De ahí que, el reto fisioterapéutico de desarrollar capacidades físicas que permitan a estos niños iniciarse en el deporte adaptado (DA), es significativo. Se recomienda que la intervención del terapeuta físico (TF) durante la iniciación deportiva de niños con EB sea temprana y se mantenga durante la infancia, aprovechando la neuroplasticidad del niño. Esta intervención comprende desde el manejo postural postoperatorio del cierre de tubo neural y colocación de la válvula de la derivación ventrículo peritoneal del recién nacido con EB, para evitar contracturas articulares y acortamientos musculares en la incubadora, hasta el incremento del control cefálico, estimulación del decúbito prono, reacciones de apoyo anterior de manos, control de tronco y deambulación6. Estas capacidades promueven aptitudes físicas requeridas para la iniciación en un DA.
El DA es la modalidad deportiva que se ajusta al colectivo de personas con discapacidad7; genera normalización y adaptación de los contenidos originales, para que la persona con discapacidad pueda practicar distintas modalidades deportivas, de manera recreativa o competitiva. La EB es una discapacidad elegible de acuerdo con el Comité Paralímpico Internacional (IPC por sus siglas en inglés) tanto para la práctica de diversos deportes paraolímpicos, como sus modalidades recreativas.
La iniciación deportiva en general, por su parte, es un proceso que no es necesariamente bien conocido y comprendido por fisioterapeutas y la mayoría de los profesionales que trabajan en el área deportiva. El juego dentro de este esquema contribuye no sólo al desarrollo integral del niño, sino también se convierte en un método de trabajo indispensable en la etapa de iniciación deportiva. Tanto en la primera infancia (0-6 años) como en la segunda (7-12 años) de un niño con EB, a través de diversas técnicas fisioterapéuticas basadas en la evidencia, es posible ganar aptitudes físicas que los preparen para una óptima especialización deportiva futura8-11.
Por lo anterior, el objetivo de esta revisión es establecer el rol del TF en la iniciación deportiva recreativa o competitiva de niños con EB, comprendiendo qué intervenciones terapéuticas optimizan la movilidad de esta población, hasta los 12 años.
Metodología
Se llevó a cabo una revisión narrativa basada en una revisión bibliográfica. Los motores de búsqueda utilizados fueron: PubMed, Scielo, Redalyc y Dialnet. Para la búsqueda bibliográfica se tomaron en cuenta solamente aquellos artículos científicos y libros que fueran publicados del 2015 a la fecha, tanto en idioma español e inglés, que contuvieran información relevante que contestara la pregunta ¿Cuál es el rol del terapeuta físico en la iniciación a deportes adaptados, ya sea de forma recreativa o competitiva, de niños con EB?
Figura 1. Algoritmo de búsqueda y selección de estudios
Fuente: elaboración propia.
Como estrategia de búsqueda se utilizaron los siguientes descriptores y sus correspondientes en inglés: “deporte adaptado” y “Terapia Física” o “niños con EB” o “Juegos Paralímpicos” o “atención temprana” o “iniciación deportiva”. Se excluyeron de la investigación todos los artículos que no cumplieran con los criterios de inclusión. La figura 1 muestra el diagrama de búsqueda y selección de los artículos. En total se incluyeron 39 artículos científicos clasificados en niveles de evidencia según Sackett: 3 (7,7%) artículos nivel I, 11 (28,2%) de nivel II, 4 (10,2%) de nivel III, 4 (10,2%) de nivel IV y 17 (43,6%) de nivel V.
Resultados y discusión
A través de los años se ha confirmado que los niños necesitan moverse para tener un desarrollo óptimo12. Los niños con EB, por su parte, presentan lesiones neurológicas que producen afectaciones tanto a nivel motor como sensorial, las cuales pueden comprometer la movilidad y, por consiguiente, su desarrollo psicosocial. De acuerdo con Luna et al13, el movimiento es el resultado del desarrollo motor, siendo este, clave en el desarrollo integral del ser humano, ya que es una dimensión que está íntimamente relacionada con aspectos cognitivos, perceptivos, físicos y emocionales de la persona, además, este representa la evolución de la inteligencia kinestésico-corporal que involucra el control de los movimientos corporales y la capacidad de manejar objetos. La práctica de un DA requiere de ese control motor.
Deportes adaptados según perfil funcional en niños con espina bífida
El Comité Paralímpico Internacional (IPC por sus siglas en inglés), junto con las federaciones internacionales, son los encargados de determinar los sistemas de clasificación y establecer los perfiles para el DA de competición en general. Estos perfiles a su vez se relacionan con cada discapacidad. El IPC agrupa a deportistas con una limitación similar de movimiento, con el fin de asegurar la igualdad en la participación. Este sistema determina qué atletas son elegibles para competir en un deporte y cómo los atletas se agrupan para la competencia, funcionando como marco de la estructura competitiva14. Existen Comités Paralímpicos Nacionales que se encargan de supervisar y coordinar los deportes y atletas en cada país15. Para el 2016 había 25 deportes a nivel mundial en los Juegos Paralímpicos de Verano y 5 deportes en los de invierno. En Costa Rica se practican actualmente 17 deportes paralímpicos, 5 para-deportes y 3 deportes adaptados.
Cada deportista se clasifica en una clase y puede competir con todos aquellos deportistas incluidos en esa misma clase. El objetivo de la clasificación radica en igualar las condiciones de partida de los atletas en función de su capacidad de movimiento, así como asegurar que los resultados deportivos sean el reflejo del entrenamiento y experiencia competitiva, más que a la capacidad neurológica del deportista14. El primer paso en la clasificación deportiva de discapacidad es determinar si la persona tiene una discapacidad elegible, lo cual se comprueba mediante un diagnóstico médico16.
Si bien la EB es una discapacidad elegible para la práctica de deportes adaptados a nivel recreativo y competitivo, no todos los niños con EB pueden practicar todos los deportes adaptados. Existen criterios que se conocen como los criterios mínimos de discapacidad. Esos criterios deben definirse sobre la base de la investigación científica, que evalúa el impacto de las discapacidades en las actividades deportivas. Los criterios mínimos de discapacidad son específicos de cada deporte, dado que las actividades son diferentes16. De ahí que, un niño puede reunir los requisitos en un deporte, pero puede que no los cumpla en otro.
Para efectos de esta investigación se consideraron únicamente los deportes adaptados de verano en la tabla 1, los cuales son elegibles para niños con EB: arquería, basquetbol, esgrima, natación, tenis de mesa y atletismo. Todos pueden ser practicados por usuarios de silla de ruedas o por pacientes que logran la bipedestación, con excepción de basquetbol, que requieren ser usuarios de silla de ruedas.
Tabla 1. Deportes adaptados que pueden ser practicados por niños con espina bífida
Deporte |
Clase deportiva |
Descripción de la práctica deportiva |
Arquería Paralímpica |
W1 |
Compiten en silla de ruedas por la ausencia de su función de tronco y tren inferior. |
Abierta |
Los arqueros de las clases deportivas W2 y ST se fusionaron en esta clase deportiva. Algunos suelen tener una severa restricción de actividad en el tronco y las piernas y compiten en silla de ruedas, mientras que otros compiten de pie. |
|
Baloncesto en silla de ruedas |
De 1,0 a 4,5 |
Todos los atletas compiten en silla de ruedas y tienen una discapacidad que les afecta las piernas o los pies. |
Esgrima paralímpico |
Asignada en función de su capacidad |
Todos compiten en sillas de ruedas. El brazo del esgrimista es completamente funcional y no todos los esgrimistas utilizan una silla de ruedas en su vida diaria. |
Para-natación |
S + un número |
Eventos de estilo libre, mariposa y espalda |
SB + un número |
Estilo pecho |
|
SM+ un número |
Popurrí individual. El prefijo "SM" se les da a los atletas que compiten en una combinación individual de eventos. |
|
Tenis de mesa adaptado |
De la 1 a 11 |
Los atletas de las clases deportivas 1-5 son usuarios de silla de ruedas y los atletas de las clases deportivas 6-10 compiten de pie. Los atletas con una discapacidad intelectual compiten en la clase deportiva 11. |
Para- atletismo |
prefijo "T" y un número (11 a 57) |
El prefijo T hace referencia a deportes de "pista". Todos los atletas compiten sentados, ya sea en silla de ruedas o en una silla para arrojar. |
prefijo "F" y un número (11 a 57) |
El prefijo F hace referencia a deportes de "campo". Todos los atletas compiten sentados, ya sea en silla de ruedas o en una silla para arrojar. |
Fuente: elaboración propia basada en las referencias14-16.
Fisioterapia e iniciación deportiva en niños con espina bífida
La rehabilitación ha cambiado sustancialmente a lo largo de la última década, esto a raíz de la comprensión actual de la neurología, la sinaptogénesis y la plasticidad dependiente de la experiencia17.
La iniciación deportiva en niños con EB viabiliza el surgimiento de entornos que favorecen la salud en este colectivo. De esta forma, la prevención primaria permea todos los niveles de atención en salud. Quintero et al18 propone tres tipos y cinco niveles de prevención, como se muestra en la tabla 2.
Tabla 2.Tipos y niveles de prevención
Tipos de prevención |
Niveles de Prevención |
Prevención primaria |
|
Prevención secundaria |
|
Prevención terciaria |
|
Fuente: tomado de Quintero EJ et al 18.
El TF tiene un rol específico durante el proceso de iniciación deportiva en los tres tipos de prevención: el primario, el secundario y el terciario. El fisioterapeuta, al amplificar y potenciar las capacidades físicas del niño con EB en el proceso de iniciación deportiva, logra intervenir como promotor de la salud dentro de la prevención primaria, al favorecer la actividad física y sus múltiples beneficios en la prevención de la obesidad y sus amenazantes consecuencias como la osteoporosis, depresión, trastornos cardiovasculares y afecciones ortopédicas, afectaciones frecuentes en esta población19.
Dentro del proceso de iniciación deportiva en niños con EB, el fisioterapeuta además pretende acelerar el desarrollo psicomotor, la ganancia de hitos del desarrollo y el abordaje precoz de deformidades osteoarticulares, mediante la estimulación temprana, reduciendo así la gravedad de las complicaciones de la EB a nivel de prevención secundaria9,20,21. La neuroplasticidad se convierte entonces en la base para el reaprendizaje en el cerebro dañado a través de la rehabilitación17.
Los hitos del desarrollo en niños con EB suelen retrasarse y necesitar estrategias de adaptación es común en esta población, cuya movilidad está restringida y su aprendizaje es atípico17. El paso de movimientos iniciales a maduros es un proceso que se inicia en los primeros meses de vida con el control de los movimientos de la cabeza y el tronco, para luego llegar a la bipedestación, esquema de movimiento básico que exterioriza el control motor y perceptivo del equilibrio como forma básica de coordinación global. Luego se inicia un acelerado camino hacia el control coordinado de movimientos básicos, lo que involucra el desarrollo de la carrera, el salto, entre otros13.
Según Novak et al17, existen datos preclínicos neurocientíficos, que apoyan el entrenamiento temprano como una intervención para mejorar la reorganización de la estructura del cerebro y los resultados funcionales después de daño cerebral temprano en un niño. El entrenamiento induce no solo a plasticidad sináptica reactiva, crecimiento dendrítico y sinaptogénesis; sino que genera aumentos importantes en el territorio cortical dedicado específicamente a la habilidad entrenada, así como cambios neurales duraderos en fuerza sináptica, número de sinapsis y reorganización del mapa motor, entre otros beneficios.
A nivel de prevención terciaria, se persigue en Terapia Física la reducción del impacto de los síntomas y las complicaciones producto de la EB, en la calidad de vida de los niños que presentan esta condición. Esta etapa de habilitación o rehabilitación durante la iniciación deportiva pretende brindar al niño con EB competencias físicas que le permitan practicar el DA de su elección, de forma recreativa o a nivel competitivo. El objetivo final de la rehabilitación, por lo tanto, es favorecer la neuroplasticidad temprana que restaura el potencial del cerebro lesionado17 . Estos beneficios del abordaje fisioterapéutico para el paciente en este proceso se resumen en la figura 2.
Figura 2. Beneficios del abordaje fisioterapéutico por tipo de prevención durante la iniciación deportiva en niños con espina bífida
Fuente: elaboración propia basada en las referencias4,10,18-21
Novak et al17 propone, que las tres claves de la plasticidad y el aprendizaje son: las intervenciones basadas en el aprovechamiento de plasticidad dependiente de la experiencia del niño, el enriquecimiento del medio ambiente y las interacciones padre-hijo. Cabe rescatar que es necesario acoplar el abordaje fisioterapéutico a esta población particular e individualizar el abordaje de acuerdo con las capacidades de cada niño. La plasticidad dependiente de la experiencia se puede aprovechar para acelerar los resultados de los niños. Desde una perspectiva de rehabilitación, esto significa utilizar intervenciones que entrenen al niño a desarrollar una habilidad específica17.
La intervención fisioterapéutica durante el proceso de iniciación deportiva a través de los 3 tipos de prevención se torna imprescindible para una exitosa inclusión al DA de estos niños. A continuación, elementos del abordaje fisioterapéutico en niños con EB.
Evaluación fisioterapéutica
Este es un proceso sistemático, permanente y continuo que incluye una historia clínica, así como una valoración funcional, motora y neurológica del niño con EB22,23.
Existen numerosas escalas de evaluación, para efectos de esta investigación se proponen las reflejadas en las tablas 3 y 4. El TF está capacitado para implementar las que sean más convenientes para cada paciente considerando sus características individuales. La tabla 3 recopila pruebas que pueden ser aplicadas a personas de entre 0 y 16 años. La tabla 4 captura pruebas adicionales que pueden ser utilizadas para la evaluación fisioterapéutica del desarrollo psicomotor de niños con EB, entre los 0 y los 16 años igualmente. Una vez finalizada la anamnesis y las valoraciones respectivas, se podrán establecer los objetivos terapéuticos a corto, mediano y largo plazo para cada niño con EB de forma individual.
Capacidades físicas requeridas en niños con espina bífida para la iniciación deportiva
La estimulación temprana dentro de un programa de fisioterapia para niños con EB facilitará sólidas capacidades físicas, preparándolos para una óptima especialización deportiva futura. La tabla 5 enumera las áreas a desarrollar en esta población para la iniciación deportiva.
Tabla 3. Pruebas de evaluación fisioterapéutica del desarrollo psicomotor recomendadas para niños con espina bífida
Fuente: elaboración propia basada en las referencias6,23-26.
Técnicas fisioterapéuticas
Dentro de las técnicas que pueden ser utilizadas para el tratamiento fisioterapéutico en niños con EB, enfocado en la iniciación deportiva, se encuentran las siguientes:
1- Electroterapia: la Estimulación Eléctrica Funcional (EEF) persigue fortalecer la musculatura, así como promover el flujo arterial, venoso y linfático periférico. En un estudio de Motavalli et al27 el estímulo eléctrico tenía como objetivo fortalecer los músculos de la cadena posterior (espalda y extremidades inferiores) en un niño con mielomeningocele (MMC) de 6 meses de edad. Además, implementaron la estimulación transcutánea de la médula espinal, buscando la mejora de la estabilidad del tronco en posición sedente, logrando resultados alentadores que progresaron en el tiempo en sensibilidad, circulación y activación/fuerza muscular.
Tabla 4. Otras pruebas de evaluación fisioterapéutica recomendadas para niños con espina bífida
Escala/Prueba |
Observaciones |
Edad |
|
Integridad refleja |
Escala Ashworth (AS) y la escala de Ashworth Modificada (MAS) |
Evalúan tono muscular y la movilidad articular con la resistencia al movimiento pasivo |
0-12 años |
Cognitiva, social, atención |
Screening for and promotion of health-Related Quality of Life in children and Adolescent (KIDSCREEN) |
Valora autocuidado |
3 meses -16 años |
Escala de Glasgow modificada |
Valora conciencia, atención y cognición |
3 meses -16 años |
|
Muscular |
Manual muscle test (MMT) / Test manual muscular |
Permite identificar cuales músculos están paralizados y cuales son capaces de generar fuerza. |
6-12 años |
Rango de movimiento |
Goniometría |
Valora presencia de restricciones articulares. |
5-12 años |
Capacidad Aeróbica y de Resistencia |
Test de los 6 minutos en niños (TM6) |
Mide la distancia máxima que puede caminar durante 6 min un niño |
4-12 años |
Integridad integumentaria |
Escalas Braden, Glamorgan y Garvin |
Predice el riesgo de ulceras por presión |
3 meses -16 años |
Dolor |
Faces Pain Scale (FPS) |
Valoran dolor en población pediátrica con discapacidad |
3 meses -16 años |
Marcha y locomoción |
Pediatric Reach Test |
Valora la marcha |
3 meses -16 años |
Balance |
Pediatric Balance Scale |
Valora el balance |
3 meses -16 años |
Fuente: elaboración propia basada en las referencias9,28,29.
2- Método Bobath: la intervención temprana con el método de Bobath tiene como objetivo ganar habilidades motoras en decúbito prono, supino, sentado y de pie. Espinoza, J et al35 en su investigación con niños de entre los 3 y 13 años con alteraciones neurológicas evidenciaron, el 76% de los infantes mejoraron una vez implementado el método Bobath a nivel postural, logrando asumir las posturas y manteniéndolas. Además, un 88% de la muestra logró mantener el equilibrio en sedestación, un 63% en bipedestación y un 50% podían mantener el equilibrio en deambulación. Si bien la muestra considera niños con microcefalia, parálisis cerebral infantil (PCI) atáxica y espástica, al incluir también niños con retraso psicomotor, donde un 12% no deambulan, 28% caminan con apoyo, un 35% utilizan silla de ruedas, andador o algún tipo de órtesis y donde el 18% presentan pie equino y escoliosis, se puede inferir los niños con EB podrían beneficiarse de este método de Facilitación Neuromuscular Propioceptiva (FNP) basado en la técnica de Bobath.
3- Hidroterapia: si bien aún la calidad de la evidencia que apoya el uso de la hidroterapia para mejorar habilidades de movimiento es baja, Iucksch et al36 analizaron el movimiento humano en un entorno acuático buscando mejorar las estrategias utilizadas para realizar movimientos en este ambiente y para transferirlos a la vida diaria. Los ejercicios terapéuticos especializados, se enfocan en objetivos funcionales específicos como mantener y/o ganar rango de movimiento, fuerza, resistencia y estiramiento muscular, coordinación y equilibrio. Resulta muy conveniente esta técnica para niños con EB en el entrenamiento de tareas como la marcha y la transferencia a la bipedestación. La hidroterapia facilita además desplazamientos, mantenimiento y cambio de posturas, así como el desarrollo cardiorrespiratorio con actividades aeróbicas que aumentarán la capacidad circulatoria, respiratoria y muscular. Se puede implementar en niños con EB la diversificación de la intensidad, velocidad y ritmo de los ejercicios, con la posibilidad de impulsarse de tronco, miembros superiores e inferiores, según el nivel de lesión.
4- Hipoterapia: es un tratamiento en el que se utiliza el movimiento equino para facilitar la coordinación, la fuerza y el equilibrio37. El niño con EB monta a caballo de forma asistida, acción que requiere un trabajo físico, resistencia muscular, controles posturales y enderezamientos corporales para mantener el balance y la coordinación38. El niño es expuesto a estímulos que le invitan a combinar información del sistema vestibular, auditivo, visual y somatosensorial, lo que fomenta un ajuste de su postura y el mantenimiento de una posición estable sobre el caballo39. Este control postural es el que se espera se transfiera a la vida diaria en estos pacientes posterior a las sesiones de hipoterapia, aunque la calidad de la evidencia que apoya el uso de la hipoterapia para mejorar habilidades de movimiento aún es baja17.
Tabla 5. Capacidades físicas por desarrollar en niños con espina bífida para la iniciación deportiva
Área por desarrollar |
Área corporal |
Autor y año |
Estudio |
Población |
Reconocimiento de patrones y secuenciación |
Tren superior |
Aizawa et al30, 2017 |
Estudio Experimental |
20 niños con MMC |
Integración visomotora |
Tren superior |
|||
Prensión |
Tren superior |
|||
Rangos de movimiento funcionales |
Tren superior y/o inferior |
|||
Coordinación perceptivo-motora |
Tren superior y/o inferior |
Aizawa et al30, 2017 |
Estudio Experimental |
20 niños con MMC |
Equilibrio de pie y sentado |
Tren superior y/o inferior |
|||
Control postural y motor voluntario |
Tronco y tren superior y/o inferior |
|||
Rotaciones |
Tronco |
|||
Coordinación intermuscular e intramuscular |
Tren superior y/o inferior |
Vaughan-Graham31, 2017 |
Estudio descriptivo interpretativo cualitativo |
22 instructores del International Bobath Instructors Training Association (IBITA) de 7 países diferentes |
Aumento de su capacidad cardio-respiratorio |
Sistema cadiopulmonar |
O’Brien al32 , 2016 |
Revisión sistemática |
Personas menores de 25 años que utilizan silla de ruedas |
Marcha |
Tren superior e inferior |
Inversetti et al33, 2019 |
Revisión sistemática |
213 niños con EB entre 14 y 53 meses |
Phillips et al34, 2017 |
Revisión de literatura |
Pacientes con EB |
||
Aizawa et al30, 2017 |
Estudio Experimental |
20 niños con MMC |
Fuente: elaboración propia basada en las referencias30-34.
5- “Trunk Targeted Training” (TT): la técnica “targeted training” (entrenamiento específico en español) promueve el desarrollo del control de trono en posición vertical neutra desde el principio40. Las pruebas comienzan en el cabeza y se continua hacia abajo, probando el control estático, activo y reactivo en 7 segmentos definidos. Esto simplifica el aprendizaje de control a las pocas articulaciones del segmento específico que se está abordando. Una vez se ha obtenido el control voluntario del segmento objetivo, el soporte se mueve caudalmente al siguiente segmento para liberar el nuevo segmento "objetivo".
6- Orientación cognitiva al desempeño ocupacional (CO-OP por sus siglas en inglés): es una terapia basada en tareas, que implica razonamiento verbal, diseñada para abordar directamente las metas establecidas por el niño. Se incita al niño a desarrollar una estrategia de movimiento efectiva para desarrollar una tarea específica. A partir de ahí, se implementa el entrenamiento motor en una tarea específica usando la estrategia autogenerada del niño. Se utilizan los principios de la neuroplasticidad para promover el aprendizaje cognitivo y motor17.
7- Ejercicio terapéutico: se ha confirmado es necesaria la repetición de una habilidad o ejercicio recién aprendido por parte del niño por al menos 6 semanas, para inducir cambios duraderos y funcionales a nivel de neuroplasticidad. Además de la repetición, la intensidad del entrenamiento también es clave para lograr esa plasticidad deseada17. Para la prescripción del ejercicio en niños con EB, se deben considerar elementos que podrían contribuir al deterioro pulmonar y disminución de su capacidad aeróbica41. Algunos de estos son:
- Escoliosis: puede afectar la función pulmonar y aumentar el trabajo respiratorio debido a la reducción de la distensibilidad de la pared torácica, expansión pulmonar desigual y relación longitud-tensión ineficaz de los músculos respiratorios que afectan su accionar sobre la caja torácica. La escoliosis (definida como ángulo de Cobb> 20 grados) prevalece en el 52% de las personas con EB de 10 años o más.
- Obesidad: también podría contribuir a la restricción pulmonar al reducir la distensibilidad de la pared torácica e interferir con la excursión diafragmática.
- Denervación de la musculatura intercostal interna: estos músculos participan en la inspiración, por lo que su denervación puede reducir la expansión de la pared torácica provocando una disminución de la capacidad pulmonar total (TLC por su sigla en inglés) y la capacidad vital forzada (CVF); esto se conoce como deterioro pulmonar restrictivo.
- Denervación de los músculos abdominales e intercostales externos: estos facilitan la exhalación. La denervación de la musculatura abdominal puede disminuir la eficacia de la tos e impactar el volumen de reserva espiratoria, contribuyendo a una reducción de la CVF. Crytzer et al41 observaron que la función pulmonar restrictiva estaba presente en 9 de 10 (90%) personas con EB que tenían lesiones a nivel torácico de T11 o superior. El nivel neurológico (lesiones más altas) y la escoliosis se relacionaron significativamente con CVF, volumen espiratorio forzado en un segundo (FEV1 por su sigla en inglés) y TLC en un modelo univariado.
- Intensidad del ejercicio: las escalas de esfuerzo percibido son herramientas válidas y de bajo costo que pueden ser empleadas por fisioterapeutas para controlar el esfuerzo durante las pruebas de ejercicio o sesiones de terapia41. La escala WHEEL42 (escala de ejercicio percibido en silla de ruedas) fue diseñada para usuarios de sillas de ruedas con EB y relaciona fotos de una persona en silla de ruedas, con descripciones verbales y categorías numéricas, como se muestra en la figura 3.
Figura 3. Escala de WHEEL
Fuente : tomado de Crytzer TM et al42.
Estudios de ejercicio cardiopulmonar indican, las personas con EB tienen entre un 30-40% menos de aptitud aeróbica comparados con cualquiera de los controles sin discapacidad41 . Además, al menos el 55% puede presentar restricción pulmonar. Esto confirma que podrían beneficiarse de la participación en la actividad física que mejora la capacidad aeróbica.
Por otro lado, la Clasificación Funcional del Mielomeningocele (MMFC por su siglas en inglés) es una nueva clasificación que se ha propuesto para personas con EB, que puede proporcionar el pronóstico de la marcha, facilitar el proceso de toma de decisiones de atención al paciente y mejorar la comunicación entre profesionales del sector salud43. Esta clasificación funcional distingue 4 grupos funcionales MMFC1, MMFC2, MMFC3, MMFC443. En la Tabla 6 se visualiza el abordaje fisioterapéutico recomendado durante la iniciación deportiva en niños con EB de acuerdo con la MMFC.
Tabla 6. Técnicas fisioterapéuticas recomendadas por clasificación funcional del mielomeningocele durante la iniciación deportiva de niños con espina bífida
Grupo |
Característica funcional |
Clasificación FMS |
Dispositivos de asistencia |
Técnicas fisioterapeúticas recomendadas |
MMFC1 |
Podría conservar la función del psoas ilíaco o no |
Máximo 2,2,1 |
- Caminador |
- Método Bobath -Hidroterapia - “Trunk Targeted Training” (TT) -Ejercicio Terapeútico (enfocado en tren superior) -CO-OP
|
MMFC2 |
Conserva la función de los cuádriceps y los isquiotibiales medial |
Máximo 3, 3, 3: andador o muletas |
- HKAFO o AFO |
|
MMFC3 |
Conserva la función del cuádriceps y del glúteo medio |
Máximo 5, 5, 5: sin soporte externo |
- solo AFO |
- Método Bobath -Hidroterapia - “Trunk Targeted Training” (TT) -Ejercicio Terapeútico (enfocado en tren superior e inferior) - Estimulación Eléctrica Funcional (EEF) - Hipoterapia -CO-OP
|
MMFC4 |
Conserva la función del cuádriceps y del glúteo medio |
Máximo 6, 6, 6: sin soporte externo |
- SMO, plantillas o nada |
FMS, escala de movilidad funcional; RGO, órtesis de marcha recíproca; HKAFO, órtesis de cadera-rodilla-tobillo-pie; AFO, órtesis de tobillo y pie; SMO, ortesis supra maleolar
Fuente: elaboración propia basada en las referencias17,27,35-41,43-46.
Según Novak et al17 los niños practicarán una tarea con más frecuencia y más intensamente cuando están motivados y la tarea es importante para ellos. De ahí que el fisioterapeuta debe asegurarse de motivar al niño, entender sus preferencias, así como favorecer las recompensas durante las sesiones de actividades divertidas, ya que la motivación y la atención son moduladores clave de neuroplasticidad.
Conclusiones
La EB no es impedimento para que estos niños practiquen un DA, a través de un abordaje fisioterapéutico y multidisciplinario pertinente. Esta condición conlleva diversos tipos de discapacidad elegibles para la práctica de distintos DA, tanto de forma recreativa como a nivel Paraolímpico. El equipar a niños con EB con competencias físicas a través de la fisioterapia, supone un enorme reto dada la complejidad multisistémica de la afectación. De ahí que, la figura del TF desde edades tempranas en el sistema de salud, educativo y deportivo, a nivel de prevención primaria, secundaria y terciaria, se torna trascendental para lograr la participación activa de estos niños en actividades deportivas en igualdad de condiciones, como lo haría un niño sin discapacidad. Existen pocas investigaciones basadas en la evidencia de tratamientos y técnicas fisioterapéuticos en niños con EB, que además aborden el rol del TF en la iniciación deportiva adaptada y sus beneficios en las diferentes etapas del desarrollo psicomotor en estos niños. Datos preclínicos han demostrado de forma clara, como la neuroplasticidad puede ser inducida en regiones específicas del cerebro, a través de entrenamiento intensivo, y estas ganancias pueden conservarse en el tiempo por el uso regular de esas habilidades adquiridas. La evidencia actual también apunta a técnicas fisioterapéuticas que se infiere generarían avances alentadores en esta población, favoreciendo la fuerza muscular, control postural, coordinación, transferencias a la bipedestación, equilibrio, así como promoviendo el flujo arterial, venoso y linfático periférico.
El concepto de plasticidad en tareas específicas ha revolucionado la rehabilitación al confirmar la efectividad de la práctica de entrenamiento en tareas específicas de la vida diaria, estas tareas pueden ser gestos deportivos requeridas en el proceso de iniciación en un DA. Se celebran los avances logrados hasta hoy en el abordaje fisioterapéutico basado en la evidencia de niños con EB y se abrazan los desafíos para catalizar su incorporación en el DA. En el futuro cercano, en Costa Rica debe de considerarse con un mayor enfoque, el desarrollo de programas nacionales coherentes y continuos, que incorporen al TF en los círculos donde de forma inclusiva se desarrollará el niño con EB (sector salud, ámbito escolar, programas de iniciación deportiva) para su máximo desenvolvimiento integral, alejándonos de abordajes escuetos y desarticulados.
Referencias bibliográficas