Cuidados Paliativos en tiempos de pandemia COVID-19: oportunidad tras el riesgo/ Acuña-Aguilar C. ISSN 2215-5562. Rev.Ter. Enero-Junio de 2021; Vol. 15 N°1: 4-9
EDITORIAL
Cuidados Paliativos en tiempos de pandemia COVID-19: oportunidad tras el riesgo
Palliative care in times of a Covid 19 pandemic: opportunity behind the risk
Autor: Carlos Fernando Acuña-Aguilar, MD, MSc.
Filiación: Escuela de Cuidados Paliativos, Universidad Santa Paula, Curridabat, Costa Rica.
Correspondencia: Carlos Fernando Acuña Aguilar. Correo electrónico: cacuna@uspsantapaula.com
Financiamiento: Ninguno
Conflictos de Interés: Ninguno
Forma de citar: Acuña-Aguilar C. Cuidados Paliativos en tiempos de pandemia Covid-19: oportunidad tras el riesgo. Rev Ter. 2020;15(1): 4-9
Fecha de enviado: 29 de noviembre 2020.
Fecha de aceptado: 11 de enero del 2020.
El término crisis es sinónimo de peligro-oportunidad. La pandemia causada por el virus Sars-Cov 2 que produce la enfermedad COVID-19, nos ha hecho reflexionar en la palabra antes descrita, en el sentido que se vive a nivel nacional y mundial una situación crítica, que ha puesto a la población en peligro pero que a su vez brinda una serie de oportunidades que se deben reconocer y poner en práctica.
Se trata de una enfermedad causada por un patógeno invisible, un virus ARN con una alta capacidad de contagio y con una morbimortalidad en términos generales no tan elevada, pero si presenta una alta transmisibilidad que si no se controla puede llevar a desbordar la capacidad de los servicios de salud en el país como ha ocurrido en otras latitudes. A nivel mundial, según la OMS, al 08 de enero de 2021, se registran 89,2 millones de personas contagiadas con el virus Sars-Cov2, con un reporte de 1,92 millones de fallecimientos relacionados con la enfermedad. En Costa Rica, según el reporte 308 del Centro de prensa del Ministerio de Salud, en la misma fecha se registran 177.614 personas con la enfermedad, 2.305 personas fallecidas por causas relacionadas con COVID-19, 556 personas hospitalizadas y de estas 223 en Unidades de Cuidados Intensivos1.
Durante la pandemia la atención al final de la vida se ha alterado en forma significativa, dejando a las personas con COVID-19 y con otras enfermedades avanzadas en condiciones paliativas, con una atención parcial, así como a sus familias separadas de la persona enferma y en muchas ocasiones privadas de apoyo para la toma de decisiones que son importantes durante este periodo2.
El papel de los Cuidados Paliativos en respuesta a la pandemia por COVID-19, tanto en sistemas de salud como en organizaciones de salud pública, es el de prevenir y aliviar el sufrimiento: a través de técnicas de comunicación adecuadas, el control de los síntomas y la subsanación de las necesidades psicosociales y espirituales3. En tiempos de pandemia, los sistemas de salud deben continuar brindando los servicios esenciales para mantener la salud, incluidos los Cuidados Paliativos, la provisión y el acceso a estos en algunos países puede llegar a ser deficiente mientras que la demanda de este tipo de atención por la pandemia del COVID-19 puede aumentar en forma exponencial2-3.
Globalmente se deben fortalecer e integrar los programas en Cuidados Paliativos en los sistemas de salud de los diferentes países, incluso con el uso de la telemedicina y mejorar la capacidad de estos para hacer frente a esta y otras pandemias futuras, con el objeto de reducir el sufrimiento de las personas afectadas y el de su grupo de allegados. Con el control adecuado de los síntomas estresantes presentados en este grupo de enfermos, se pueden mitigar el sufrimiento a estas personas, entre estos: dolor y disnea, que pueden ser controlados con el uso adecuado de analgésicos opioides; para lo cual la Junta Internacional de Control de Narcóticos (JIFE, por sus siglas en inglés) hace un llamado a los gobiernos de los países a mantener un acceso continuo de estos medicamentos durante la pandemia, mediante la aplicación de medidas simples en la exportación, el transporte y la entrega de los mismos3.
En este sentido la OMS4 en la Asamblea General de mayo del 2020, ante la propuesta de varios países miembros, incluido entre estos Costa Rica, emite la siguiente resolución como respuesta al COVID-19:
Proporcionar acceso a las pruebas de detección, tratamiento y a los Cuidados Paliativos para el COVID-19, prestando especial atención a la protección de los trabajadores de ciencias de la salud y a otros en la primera línea de atención.
También, en las Guías Clínicas para la atención del COVID-19, incluye a los Cuidados Paliativos, en sección 21, donde se manifiesta:
Los Cuidados Paliativos incluyen, entre otros la atención al final de la vida. La intervención paliativa debe integrar el tratamiento curativo, los Cuidados Paliativos básicos, incluido el alivio de la disnea y otros síntomas, el apoyo social y deben ser practicados por médicos, enfermeros, trabajadores sociales y otros profesionales que cuidan a las personas con COVID-195.
Uno de los pilares de los Cuidados Paliativos se resume en la siguiente frase: si puedes curar cura, si no puedes curar alivia y si no puedes aliviar consuela. Esta premisa facilita a los profesionales en ciencias de la salud a enfrentar tanto la enfermedad como el proceso de muerte del ser humano. Bajo esta premisa se hablará del rol de los profesionales paliativistas en esta pandemia.
Antes de eso, se debe tener claro que las personas afectadas por COVID-19 van a presentar una serie de necesidades, producto de las dimensiones que como seres humanos multidimensionales se van a ver afectadas por la patología y para ello requerirán de un plan de atención integral humanizado centrado en la persona. Pueden presentar necesidades derivadas de la alteración de las dimensiones: biológica, psicológica, social, espiritual, económica, ecológica, sanitaria, legal, productiva y otras. El paliativista, en busca del objetivo de mantener o mejorar la calidad de vida de estas personas, debe tener la capacidad de identificar estas necesidades, priorizarlas para su atención, diseñar un plan de acción para satisfacerlas, así como un plan de monitoreo para dar seguimiento e identificar cuando se debe realizar ajustes o modificaciones al plan inicial de intervención.
No podemos obviar la gran oportunidad que nos da esta pandemia de valorar la presencia humana, el acompañamiento, la prevención, el alivio o mitigación del sufrimiento y poner a la disposición de las personas enfermas con COVID-19 y su grupo cuidador, la otra cara de la Medicina, la que no cura, pero si cuida y lo hace hasta el final de la vida, con amor y con compasión6.
Los paliativistas deben de utilizar técnicas adecuadas de comunicación tanto con las personas enfermas como con su grupo de allegados, en toda la evolución de la enfermedad y sobre todo cuando esta ya se encuentra en un proceso de muerte inminente, para ello existen una serie de pasos claves para informar a la familia en este momento y establecer un plan de atención7:
El profesional de la salud debe recordar siempre que, en un momento de crisis, se puede brindar una atención profesional con compasión y respeto a las personas que se están atendiendo8. Los Cuidados Paliativos se convierten en una herramienta y en una fortaleza poderosa para contrarrestar lo que la biotecnología de punta no logra, agregando a las habilidades de los profesionales en ciencias de la salud el poder de la atención centrada en la persona con humanismo y profesionalidad.
Ante esta situación crítica los paliativistas tienen la oportunidad de9:
Los profesionales en Cuidados Paliativos deben trabajar la autocompasión con las personas que afronta la enfermedad de COVID-19, así como en su grupo familiar y de allegados, para tal fin se aportan los siguientes consejos9:
Esta época de pandemia, donde acechan los riesgos de la enfermedad y la muerte, donde abruma la soledad es a la vez una oportunidad para que los profesionales de la salud encuentren su cara más humana y la ofrezcan al mundo. Esa cara que no se aprende en libros o revistas, ese lado humano que nos orientó en un principio a ser lo que hoy somos: seres humanos al servicio de la salud de nuestros semejantes.
Referencias bibliográficas.